A propósito del día de la mujer … un pequeño homenaje
A propósito del día de la mujer … un pequeño homenaje
“Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19” es el lema que Naciones Unidas tiene para este año.
POR: LIDYA MABEL CASTILLO SANABRIA Abogada de la Universidad de la Sabana (Colombia), Antropóloga Urbana de la URV (España), Abogada Internacional del ISDE (España). Especialista en Estudio de Títulos Inmobiliarios, legalización de garantías hipotecarias, consultor legal externo para entidades bancarias, financieras, constructores e inmobiliarias.
El 8 de marzo, se conmemora en todo el mundo, el Día Internacional de la Mujer, fecha que dignifica, reivindica y especialmente recuerda con admiración y gratitud, a todas aquellas mujeres que lucharon, demandaron, exigieron y transformaron el mundo, arriesgando su propia vida por la lucha de la igualdad de género en todas las facetas: social, político, legal, económico, familiar, entre otros, en un pasado muy difícil y resistente al que vivimos hoy en día. Si bien es cierto, todavía nos falta mucho por recorrer para conseguir una verdadera igualdad de género, no podemos negar todo lo que las mujeres hemos recorrido y avanzado en la historia.
A lo largo de la historia hemos podido evidenciar el papel de la mujer, empecemos con Grecia, en donde, la mujer era vista como un “hombre, pero incompleto y débil”, según el filósofo Aristóteles. En Roma donde las mujeres no podían participar en la vida política y ciudadana. Además de ello, no tenían nombre propio, las niñas no deseadas eran abandonadas al nacer y condenadas a la esclavitud si conseguían sobrevivir.
Durante la edad media, se tuvieron mayores oportunidades de trabajos para las mujeres en el mundo laboral, sin embargo, las condiciones de inferioridad de género se mantenían, en cuanto al control y poder del hombre sobre la mujer, afectando de manera sobredimensionada el sueldo; a finales del siglo XV la crisis económica, generó grandes transformaciones, afectando de manera negativa a la mujer, en donde la educación pasó a pertenecer únicamente al hombre, excluyendo a la mujer de la Universidad y alejándola de las profesiones que estaban encaminadas a realizar, dirigiéndola al ámbito familiar únicamente.
En el siglo XX, los tiempos y las estructuras sociales comenzaron a cambiar para las mujeres, debido a su incorporación masiva al mundo laboral, gracias a las dos guerras mundiales irónicamente, ya que mientras los hombres iban al combate armado, las mujeres tuvieron que quedarse a cargo del trabajo y no sólo de la casa, como factor clave de la economía de estos tiempos. Si analizamos los avance de la mujer y la igualdad en el tiempo, podremos darnos cuenta que no hace mucho, (hasta la víspera de la Segunda Guerra Mundial), que la mujer todavía debía solicitar el permiso del marido para ejercer una profesión, matricularse en una Universidad presentarse a un examen, abrir una cuenta bancaria, solicitar un pasaporte, un permiso de conducir, entre otras limitaciones, lo que me hizo reflexionar sobre el poco tiempo que realmente ha pasado desde la “liberación” de la mujer, para ser exactos, solo han pasado un poco más de 50 años, desde que la mujer se ha ido liberando no sólo constitucionalmente y/o legalmente, sino también mental y emocionalmente para encontrarse con ellas mismas.
Pero hasta aquí todo bien, lento, pero vemos resultados. Ahora, quiero referirme en este momento a algo que considero un pilar importante por escalar, y que a todas nos quede claro: ¿Que es ser feminista? Ser feminista no significa declarar la guerra a los hombres, tampoco significa ser amargada, todo lo contrario, me gusta el humor y se reírme de mi misma, pero me identifico también con millones de mujeres que son víctimas de violencia psicológica y física que sufren día a día para seguir adelante. Es por ellas, por nosotras, que debemos permanecer unidas en este proceso de cambio gradual, para lograr una verdadera Igualdad.
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo reconoce que, al ritmo actual, las mujeres, en este proceso de cambio gradual, se tardará el proceso, cinco siglos en conseguir la igualdad. De aquí a 475 años los puestos de decisión política y económica del mundo estarán repartidos en iguales condiciones entre hombres y mujeres.
La mujer del siglo XXI es una mujer libre en búsqueda de reivindicación y empoderamiento femenino. La mujer de este siglo elige qué estudiar, si vivimos solas o en pareja, si tendremos hijos o no, entre otros miles de decisiones que hace 51 años exactamente no era posible. Las mujeres de hoy en día, si vivimos mejor pero todavía no podemos hablar de una igualdad real hombre-mujer, desde ejemplos tan cotidianos como la vida familiar en donde el hombre, de repente, se olvida de la igualdad y repite los comportamientos que ha visto en su familia: el padre trabaja y la madre ocupándose de la casa y los hijos. Es curiosa la admiración de un “buen padre” por pasar todo un sábado con los hijos y el poco reconocimiento del trabajo constante de “la buena madre” durante toda la semana. Por el lado empresarial, acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones es todavía aún más difícil. En teoría, todos tenemos los mismos derechos y responsabilidades, pero en la práctica no sucede así, especialmente si eres joven y mujer, un factor doble de discriminación, en donde las mujeres cobran menos que los hombres por el mismo trabajo y muy pocas acceden a puestos de tomas de decisión.
Si bien es cierto, hemos ganado en independencia económica, estudios y respeto profesional, el precio a pagar es muy alto ya que paralelamente nos quejamos de falta de tiempo y estrés, asimismo la presión social por ser perfectas nos angustia y muchas veces deprime. Las mujeres de este siglo queremos hacerlo todo, al mismo tiempo y bien hecho. Entonces, sucede que mientras eso ocurre, no disfrutamos del proceso y nos auto-exigimos de tal manera que nos llegamos a olvidar de nosotras mismas. El éxito está sobre valorado y no alcanzarlo nos angustia.
Y ahora en tiempos de pandemia, un homenaje a aquellas mujeres que se encuentran en la primera línea de la crisis de la Covid-19 como trabajadoras de la salud, cuidadoras, innovadoras y organizadoras comunitarias. También se encuentran entre las y los líderes nacionales más ejemplares y eficaces en la lucha contra la pandemia. La crisis ha puesto de relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres como las cargas desproporcionadas que soportan, Naciones Unidas este año lo reseña bajo el tema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, donde quiere celebrar los enormes esfuerzos que realizan mujeres y niñas en todo el mundo para forjar un futuro más igualitario y recuperarse de la pandemia de la Covid-19.
Finalmente, espero algún día, deje de existir el “Día de la mujer” como un día de género de la minoría frágil y se cambie por el “Día de Igualdad” ya que reflejaría realmente lo que buscamos:
“Respeto, porque el respeto al final y al cabo, no tiene género”.
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