¿Cómo le ha ido a Colombia durante los últimos 30 años?

Editorial

¿Cómo le ha ido a Colombia durante los últimos 30 años?

¿Cómo le ha ido a Colombia durante los últimos 30 años?

 

En época electoral es frecuente escuchar de boca de muchos políticos, lo mal que está Colombia en cuanto a pobreza, calidad de vida, etc., respecto al resto del mundo. Muchas de esas afirmaciones, se hacen sin tener un sustento o fuente estadística confiable e imparcial, por tal razón en esta editorial trataremos de estudiar la evolución de nuestro país en algunos indicadores mundialmente aceptados, en comparación con el promedio de América Latina, el mundo y países pertenecientes a la OCDE, utilizando una fuente confiable como lo es https://datos.bancomundial.org/.

Seleccionamos los siguientes indicadores, debido a la pertinencia de los mismos, en cuanto a calidad de vida, además, de la disponibilidad de información durante el mayor horizonte de tiempo posible:

  1. PIB per cápita. El ingreso promedio por habitante, nos indica que tan fuerte o débil es nuestra economía versus el resto del mundo, y que tan pobre o rico es un ciudadano en cada país en comparación con los demás ciudadanos del mundo.
  2. Empleo Vulnerable (Empleo informal). Se refiere a los trabajadores familiares no remunerados y a los trabajadores autónomos como porcentaje del empleo total.
  3. Desempleo: Este indicador incluye formal o informal como % de la población económicamente activa.
  4. Esperanza de vida al nacer.
  5. Brecha de pobreza a 1,9 US por día (2011 PPA) % de la población.

 

PIB per cápita

Observando la evolución del PIB per cápita de Colombia, versus el resto del mundo, podemos concluir lo siguiente:

  • Colombia, al igual que el resto del mundo, se ve afectada por las crisis mundiales, desmejorando su PIB per cápita, la última pérdida: pandemia SARS-COV2.
  • A través de los años, el PIB per cápita en los países ricos (OCDE), se separa cada vez más de los registros de América Latina, Colombia y el promedio mundial.
  • El PIB per cápita en Colombia, ha estado muy paralelo al promedio mundial, ligeramente inferior a este y al promedio de América Latina.
  • Sumando los efectos de la pandemia del COVID 19 y la crisis petrolera del 2016, el PIB per cápita en Colombia retrocedió al nivel que tenía en el año 2009, perdiendo lo ganado desde el 2009 al 2014.
  • El mayor crecimiento del PIB per cápita a precios actuales, durante el horizonte analizado:1960 a 2020, tuvo lugar desde el año 2003 al 2012 (gobierno de Álvaro Uribe Vélez), coincidiendo con un crecimiento de la economía a nivel mundial.

 

 

Empleo Vulnerable

El empleo vulnerable, Sin duda es el talón de Aquiles de Colombia. Incluso a partir del año 2010 ha superado el promedio mundial. Estamos peor respecto al promedio de América Latina y el Caribe, lo cual debería preocuparnos, ya que después de 30 años no hemos podido avanzar un ápice en este sentido, mientras las demás economías en promedio (OCDE, mundo, América Latina y el Caribe), han logrado mejoras significativas.

Ya es hora que nuestros gobernantes planteen un plan eficaz que logre reducir la informalidad, con lo cual seguramente se podrán mejorar otros indicadores: Ingreso per cápita, desempleo, y cantidad de trabajadores que logran obtener una pensión de vejez, entre otros. Sin duda este plan deberá contemplar incentivos tributarios para la creación de empresas, sin importar su tamaño, y para la generación de empleo, para lo cual se deben lograr consensos con todos los sectores económicos y partidos políticos, incluyendo la población en general, explicando claramente los objetivos y metodología utilizada.

Desempleo

Sin duda, junto con el empleo vulnerable, el desempleo en Colombia muestra un mal desempeño frente al promedio mundial, América Latina y el Caribe y obviamente los países de la OCDE. Los mejores resultados para Colombia se presentaron en el año 1993 con 7,8% (César Gaviria) y en el 2015 (Juan Manuel Santos) con 8,3 %.  En el 93 producto de la ley 50 de 1990 y la apertura económica, y en 2015 debido a la reforma de la ley 789 de 2002, cuyos efectos positivos en el empleo se mantuvo durante varios años, y se sumaron al efecto positivo de la ley 1607 de 2012, ver gráfica, hasta llegar al mínimo de 8,3%.

Es evidente que la flexibilización laboral y reducción de costos laborales, producto de las tres reformas mencionadas, han tenido efectos positivos en la reducción del desempleo, no obstante, estos efectos han sido temporales, y su influencia parece diluirse con el paso de los años, teniendo en cuenta la globalización, las crisis financieras mundiales y la competencia internacional, lo cual afecta nuestras empresas y por tanto la generación de empleo.

También es evidente, que dichas reformas laborales no han incidido positivamente en el empleo vulnerable, demostrando así que dicho problema es estructural, y requiere otro tipo de enfoque.

 

 

Esperanza de Vida al nacer

La esperanza de vida es un indicador sumamente importante, ya que condensa varios indicadores, tales como: Pobreza, ingreso per cápita, sistema de salud y calidad de vida, entre otros.

Comparativamente hablando, durante todo el horizonte analizado, este indicador en Colombia ha sido superior al promedio de los países de América Latina y el Caribe y el promedio del Mundo.  La esperanza de vida en nuestro país ha venido mejorando y acercándose cada vez más al promedio de los países del OCDE, reduciendo su diferencia, hasta llegar a 2,92 años en el 2019.

Brecha de extrema pobreza (1,9 US por día)

La extrema pobreza establece un umbral mediante el que, si la persona se encuentra por encima o por debajo de dicho umbral, se designa quién se encuentra en situación de pobreza y quien no.

En este sentido, el umbral establecido por las organizaciones internacionales para clasificar este tipo de pobreza es de 1,90 dólares al día. Si una persona se encuentra por debajo de ese ingreso diario, se considera que la persona se encuentra en situación de extrema pobreza. 

Es evidente el avance del país, en cuanto a extrema pobreza, pasando de un 20,4% en 1999 hasta alcanzar el punto más bajo en el año 2017 (Juan Manuel Santos) con el 4% de la población, sufriendo este estado. Durante el 2018 y 2019 se evidencia un ligero deterioro de este indicador, al pasar al 4,2% Y 4,9% respectivamente, quizá como resultado de la crisis petrolera del 2016 y del incremento en el desempleo. 

Resultado de la crisis financiera y humanitaria desatada por la pandemia del SARS-COV2, según estimaciones, la extrema pobreza en Colombia durante el 2020 podría haberse incrementado a 7,8%.

Conclusiones

Se observa el avance positivo de Colombia, en casi todos los indicadores analizados, excepto en empleo vulnerable y desempleo.

El tema del desempleo requiere un tratamiento diferente al empleo vulnerable. El desempleo se mejora en la medida que se presenta crecimiento económico y se brindan facilidades para que los empresarios contraten personal, reduciendo sus costos de nómina, tal como se evidenció al analizar la evolución del empleo versus las reformas laborales presentadas.

Proponemos que en el presupuesto nacional se incluyan subsidios permanentes para cubrir costos de nómina, tales como la prima o las cesantías, sin afectar el bienestar o los ingresos de los trabajadores.  La inversión en subsidios otorgados a las empresas que generen empleo, se vería compensada por la mayor productividad y la creación de nueva oferta laboral, que contribuirían al crecimiento de la economía y por tanto a la mejora en el recaudo de impuestos.

En cuanto al empleo vulnerable, es necesario estudiar sus causas, y de esa forma entender como reducirlo o mejorar sus condiciones actuales. Una aproximación al tema lo podemos ver en el estudio: La informalidad laboral: causas generales, Gustavo Sandoval Betancour,  Universidad de América, Gustavo 2014, donde se concluye lo siguiente:

“En el caso de Colombia se registra una normatividad que protege el empleo de manera rigurosa, junto con leyes que obligan la protección del trabajador, lo que se traduce en desestímulo a la creación de empleo formal, combinación que genera altas tasas de informalidad.

Según esta conclusión, si se quiere reducir la informalidad, y aumentar el empleo formal, es necesario flexibilizar las normas laborales, permitiendo a las empresas contratar y terminar contratos en forma mucho más fácil, copiando modelos de países donde la informalidad sea baja, como es el caso de Reino Unido, entre otros.  

Existen otras causas en Colombia para tener alta informalidad, de acuerdo al estudio: Informalidad en Colombia. Causas, efectos y características de la economía del rebusque de David Ochoa y Valencia Ordoñez ICESI 2004:

  • Bajo nivel de educación. La mayor parte de las personas que pertenecen al sector informal posee un grado de escolaridad bastante bajo, la cual no supera la educación básica secundaria.
  • Lento e insuficiente proceso de generación de empleo por parte de las empresas formalmente constituidas, es decir, insuficiente cantidad de empresas ubicadas en todo el territorio nacional, que puedan ofrecer empleo en la medida que la población económicamente activa crece.
  • Altos costos de la formalidad. Es costoso y engorroso en cuanto a trámites y afiliaciones al sistema de salud y seguridad social, mantener un empleado formal, por esta razón muchos optan por el empleo informal, aprovechando la incapacidad del estado para controlar este tipo de empleo (ver estudio Gustavo Sandoval).
  • El empleo formal es ejercido en la mayoría de los casos por personas entre los 25 y 35 años de edad, razón por la cual las personas por fuera de este rango, son forzadas a la informalidad, ante la dificultad de conseguir empleo formal.
  • Pobreza rural y desplazamiento forzoso. El desplazamiento forzoso desde la ruralidad a las ciudades, ha hecho crecer la informalidad, ya que esta mano de obra no calificada, no ha podido ser absorbida por las empresas formales. También incluye la inmigración extranjera venezolana, que puede desplazar la mano de obra local y empeora aún más el problema.
  • Complementación de ingresos. Muchas personas tienen que complementar sus ingresos provenientes de empleos formales (salario mínimo), ejerciendo actividades informales, con el objetivo de cubrir sus gastos familiares.

 

Esta tipología de causas de la informalidad es más compleja y difícil de gestionar, ya que son de tipo estructural, y no pueden ser eliminadas por decreto, por ejemplo: el nivel de educación de la población, razón por la cual además de la reducción de costos asociados con la nómina, sin que esto signifique desmejoras para los trabajadores, y simplificación de los trámites de formalización, tarea que tampoco es fácil, y requiere de consensos con todos los sectores, también es necesario adelantar un plan de choque que pueda llevar a la formalización de los empleos informales, sin que estos se conviertan en gastos onerosos e inviables para el contratante, ni descuentos para el trabajador, aquí es donde caben propuestas novedosas como la posibilidad de realizar trabajo por horas, pero pagando todas las prestaciones sociales (primas y cesantías) incluyendo estos conceptos en el salario mínimo por horas, así como también los aportes a pensión y salud, pudiendo hacer estos aportes de manera fácil y transparente, ya sea por parte del empleador o el empleado.

Legalizar el trabajo por horas es una propuesta difícil de digerir, especialmente por parte de los gremios de trabajadores, pero de no hacerlo estaremos en las mismas: seguiremos con un 46% de los trabajadores en la informalidad, sin prestaciones sociales, sin salud (régimen subsidiado) y sin pensión. Estos trabajadores llegaran a la vejez sin haber aportado ni un solo peso para su pensión, razón por la cual, de seguir las estadísticas actuales, en el futuro solamente se pensionará el 54% de los trabajadores de nuestro país, el otro 46% serán los informales que nunca lo lograrán.  

Con una masa mayor de aportantes, incluyendo los informales con trabajo por horas, es más viable en el futuro, subsidiar faltantes a aquellas personas que no alcanzaron las semanas completas de aportes, para poder así pensionarse con un salario mínimo.  Como dice el viejo adagio: si no puedes con el enemigo, únetele, en este caso el enemigo es la informalidad.

 

 

 

 

 

 

 

 


Compartir

Comentarios


Artículo sin comentarios

Escribe un comentario