Déficit de vivienda en Colombia: En busca de una verdadera solución
Déficit de vivienda en Colombia: En busca de una verdadera solución
POR: LIDYA MABEL CASTILLO SANABRIA Abogada de la Universidad de la Sabana (Colombia), Antropóloga Urbana de la URV (España), Abogada Internacional del ISDE (España). Especialista en Estudio de Títulos Inmobiliarios, legalización de garantías hipotecarias, consultor legal externo para entidades bancarias, financieras, constructores e inmobiliarias.
El déficit habitacional, no es sólo lo ausencia o falta de vivienda, sino el conjunto de carencias o precariedad en la vivienda y las condiciones del entorno que determinan las condiciones en que habita la población en un territorio determinado. Algunas de las causas son falta de verdaderas políticas de vivienda, falta de tierras urbanizables, distribución de recursos limitada y abocada a conseguir los elementos fuera del territorio, modelos de vivienda tipo Prototipo de difícil y costoso crecimiento.
Cerca de 18,2 millones de colombianos viven en estado de déficit habitacional (con carencias relacionadas con una óptima y digna calidad residencial), lo que equivale al 36,59% del total de la población actual, según el Censo de Población y Vivienda realizado por el DNP, el DANE y la ONU.
Esto contribuye en gran medida al riesgo causado por el coronavirus, convirtiendo esta fracción de la población en un foco latente, real y potencial. A la fecha, de los 14’060.645 hogares del país, 5’144.445 están en esta condición.
El déficit de vivienda en Colombia para el periodo comprendido entre el 2008 y el 2012 fue de 37%. Una década después, el país mantiene casi el mismo porcentaje de su población con problemas habitacionales con solo una reducción de 0,41 pps.
La medida está dada por la combinación entre el déficit cualitativo y cuantitativo. El primero mide las condiciones de los hogares que habitan en viviendas con deficiencias estructurales y de espacio (indicador que permite saber cuántas viviendas nuevas se deberían construir). El segundo identifica los hogares con deficiencias que son susceptibles a mejoras por medio de intervenciones.
Hay 3’765.616 hogares con déficit cualitativo (26% del total de los hogares colombianos) y 1’378.829 hogares en déficit cuantitativo (9,8% del total nacional). Según este escenario explicado en el censo, son más de 3,5 millones las familias que afrontan la pandemia en condiciones de hacinamiento o de peligro estructural.
Tan solo en el departamento de San Andrés y Providencia, del 92,8% del déficit de dicha región, el 79,2% presenta edificaciones con un alto grado de aglomeración por unidad residencial y riesgo de colapso, claro aquí no tendremos en cuenta la tormenta que hace un año azoto la isla, por cuanto esto incrementaría los datos que aquí arrojo. Por su parte, del 14,1% del déficit en Bogotá, ciudad que presenta un poco más de la mitad de los casos del país, 10,21% de esas viviendas presenta esta misma situación, según el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático – IDIGER.
Y es que el hacinamiento, una de las variables que ha sido evaluada, tiene cartas en juego al momento de analizar las razones que contribuyen al aumento de la curva de contagio.
Según el Dane, el 11,7% (1’642.754) de los hogares colombianos vive en hacinamiento. De este porcentaje, el 67,6% son familias de seis integrantes o más, cuya vivienda no supera a veces los 15 m2, lo que impide en su totalidad cumplir las recomendaciones del Ministerio de Salud de mantener dos metros de distancia entre personas del mismo núcleo familiar.
Para el último semestre de 2019, según cifras del Ministerio de Vivienda, se iniciaron obras de 30.149 viviendas entre casas y apartamentos. De este número, 14.047 fueron unidades de proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS), presentando una oferta que no responde a la precariedad que, según las cifras anteriores, varios colombianos viven en estos tiempos.
En este sentido, es claro que el Gobierno Nacional debe buscar iniciativas que permitan la reducción del déficit y que fomenten el desarrollo urbano formal ya que, las condiciones de vivienda de la población inciden directamente en los indicadores socioeconómicos como el empleo.
Además, el informe último informe que presenta CAMACOL en este sentido, señala que “el 13,7% de los jefes de hogares sin déficit tienen educación universitaria, mientras en hogares en déficit la cifra es de 4%”.
Una de las poblaciones más vulnerables al ataque de la covid- 19 son las personas de 70 años o más. De esta parte de la población, más del 2% en Colombia vive en déficit habitacional, siendo Boyacá el departamento donde más reside la tercera edad en esta condición: 7% de sus adultos mayores, están en déficit cualitativo haciéndolos proclives al contagio.
Algunas de las limitantes al generar vivienda en Colombia son
- Ausencia de instrumentos de gestión del suelo
- Escasez del suelo
- Inseguridad jurídica
- Servicios públicos
- POT deficientes y desactualizados
Para reducir este número se han propuesto varias cosas como, por ejemplo, estimular la venta de terrenos urbanos y rurales aptos para vivienda social, reducir precios de edificación con auto construcción, materiales más artesanales y recursos propios de las regiones y que proporciona la naturaleza (arquitectura vernácula), mejorar el mantenimiento de las estructuras construidas, dar más accesibilidad a financiaciones para las personas interesadas en adquirir inmuebles y desarrollar estrategias a través de modelos como las cooperativas de vivienda.
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