EL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE BOGOTÁ APROBADO POR DECRETO 555 DE 2021

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EL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE BOGOTÁ APROBADO POR DECRETO 555 DE 2021

EL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE BOGOTÁ APROBADO POR DECRETO 555 DE 2021

LIDYA MABEL CASTILLO SANABRIA, Doctoranda en Ciudad Territorio y Planificación Sostenible (URV) España, Máster en Antropología Urbana (URV) España, Abogada Universidad de la Sabana (Colombia)" 

La emergencia climática y el estallido social de este año aceleraron la necesidad de una hoja de ruta que salde todas las inequidades sociales y ambientales de la ciudad” Claudia López alcaldesa de Bogotá

El proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial (POT), presentado en octubre de 2021 por parte de la alcaldesa de Bogotá, al Concejo, recibió tres ponencias positivas, pero no fueron suficientes para alcanzar otros debates y su aprobación, lo que llevo a que este proyecto se venciera en su plazo de 90 días para adoptar una posición de fondo. Ante esa falta de decisión, la Ley le otorga a la Alcaldía la facultad de adoptar la revisión del POT por decreto, lo cual se ve materializado con el decreto 555 del 2021 con un total de 633 páginas de amplios contenidos en diversos temas.

En la formulación del POT, cerca del 96 por ciento de los aportes hechos por la ciudadanía relacionados fueron incorporados a la propuesta, concretando así el mandato constitucional y legal de fortalecimiento de la democracia participativa en todos los procesos de toma de decisiones públicas. Además, se acogieron observaciones emitidas por las autoridades ambientales y por el Consejo Territorial de Planeación Distrital, las cuales quedaron incluidas en la propuesta de Revisión General —la cual fue radicada ante el Concejo Distrital el día 10 de septiembre de 2021.

La propuesta destaca cinco aspectos, logros y compromisos de ciudad para construir la Bogotá de los próximos 15 años:

  1. Pagar la deuda ambiental de Bogotá: No vamos a seguir depredando el suelo rural y ambiental, no vamos a seguir creciendo depredando suelo rural y ambiental. Por el contrario, Bogotá está tomando una decisión histórica por la que hemos tenido felicitaciones internacionales y es que somos la primera ciudad del mundo que en pleno siglo XXI elige crecer en un 30 por ciento la estructura ecológica principal —protegerla. Con este nuevo POT tenemos dos humedales más, no vamos a endurecer ni depredar los humedales, sino que los vamos a reverdecer y proteger. Bogotá va a tener tres nuevos parques de borde, cuatro nuevos parques ecológicos distritales de montaña, senderos, va a crecer su estructura ecológica en lugar de crecer su estructura urbana y así va a pagar la deuda ambiental.
  2. El POT que paga la enorme deuda social y construye una ciudad más justa y equitativa: Es una respuesta al estallido social que hemos vivido en los últimos años. Es una respuesta a las legítimas demandas de inclusión, respeto y oportunidades que nos piden los jóvenes, las mujeres, los sectores populares y la clase media bogotana. Este es el POT que paga la deuda social en salud, en educación, en cuidado, en empleo, en vivienda digna para los bogotanos, principalmente para niños, niñas, jóvenes y mujeres cuidadoras —que son más de un millón.
  3. El POT de la movilidad multimodal, verde y regional: Este es un compromiso que reclaman los bogotanos todos los días. Bogotá ha pagado caro con trancón y desesperación una ciudad que es en promedio de dos horas —una ciudad congestionada y contaminada, con tan mala calidad del aire que al año fallecen 2.000 personas por enfermedades prevenibles—. Para tener una ciudad productiva, saludable, donde los ciudadanos no desperdicien su vida en congestión y contaminación, necesitamos construir un sistema de transporte multimodal que no dependa solo de buses de Transmilenio y carros —es decir, que use energías limpias que no contaminen y sea regional—. Este POT se compromete a construir en 15 años el sistema de transporte limpio y multimodal que no hemos construido en 50 años y que necesitamos con urgencia.
  4. El POT de las 30 localidades a 30 minutos: Esta es una ciudad muy grande, una ciudad que tiene el acceso a los servicios sociales, al empleo y a la cultura muy distante de donde la gente vive. Nos comprometemos con este POT a ser una ciudad más cercana, más próxima. Bogotá pasará de tener 20 a 33 localidades —3 rurales, 30 urbanas—, de manera que cualquier bogotano, cualquier familia, esté en promedio a 30 minutos y no a dos horas de acceso a empleo, educación, salud, cuidado, a una alcaldía local. Una ciudad más cercana, una alcaldía más cercana, unos servicios sociales y de empleo más cercanos a la gente.
  5. Un POT que construye una ciudad región del futuro: Así como vamos a tener una ciudad más cercana hacia adentro, vamos a tener una ciudad más integrada con la región. Tener una ciudad más innovadora y que reconoce con orgullo sus patrimonios culturales, materiales e inmateriales —su memoria ancestral, sus actividades artesanales—, y las protege para que puedan permanecer en la ciudad.

Desde ya hay voces de protesta ante la decisión de la alcaldesa, entre ellos algunos concejales que indican que “la decisión de la alcaldesa Claudia López de emitir el POT por decreto, es arbitraria, contraproducente e imponente. Incluso también tildan la medida como una inocentada de muy mal gusto”.

A los concejales se les sumó el presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, Nicolás Uribe, quien manifiesto que “Bogotá tiene serias dificultades de competitividad en muchos frentes. Uno es el de sus vías de acceso. El POT expedido por decreto no ayuda, profundiza las dificultades de la ciudad en esta materia. Lamentable”.

Lo que viene ahora es, que la concertación continúa y continuará en su etapa de reglamentación con los sectores con los que se hicieron compromisos de ajustes, tales como el de los recicladores, los residentes de barrios residenciales que necesitan ser protegidos de los usos de alto impacto y los constructores que ameritan claridad sobre las cargas urbanísticas, entre otros.

Ahora bien, esto implica que este POT se seguirá construyendo por acuerdo con la ciudadanía, como ella misma lo expresó, lo que lo deja hasta cierto punto abierto y pasará tiempo antes de saber realmente qué va y qué no va.

Se harán las revisiones cartográficas de algunas vías para que pueda haber bosque urbano, o en el caso del Salitre para poder conectar al humedal con un parque lineal. Las bodegas de reciclaje deberán estar en zonas estructurantes y acordamos un plazo de por lo menos dos años para que quienes se tengan que mover lo hagan en un plazo razonable, esta sería la primera tarea.

En los siguientes 24 meses se harán mesas de trabajo con curadores, quienes deben interpretar el POT y aplicarlo. Y en una tercera medida, con relación a los constructores como Camacol se acordará la reglamentación sobre cargas urbanas, los mínimos de vivienda y cómo se liquidarán dichas cargas, entre otros temas, y toda esa reglamentación se hará con el sector privado y gremios interesados, durante el primer semestre del año. 

Se comenzará la socialización y reglamentación participativa de las 33 nuevas localidades, se hará a partir de junio del 2022 y durante el 2023. Y también se trabajará en la reglamentación de las 25 actuaciones estratégicas, la política de moradores, de construcción y de revitalización urbana sin expulsar a los moradores.


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