El Principio del Equilibrio Financiero en la Contratación Pública: Entre la Teoría y la Prueba
El Principio del Equilibrio Financiero en la Contratación Pública: Entre la Teoría y la Prueba
En el ámbito de la contratación pública, el principio del equilibrio financiero del contrato emerge como un pilar fundamental. Su propósito es garantizar que las partes mantengan una igualdad o equivalencia entre los derechos y obligaciones que surgieron al momento de proponer o contratar. Este principio es vital para preservar la integridad de los contratos públicos y, en caso de su ruptura por causas sobrevinientes, imprevisibles y no imputables a la parte afectada, las partes deben tomar medidas para restaurarlo, so pena de incurrir en responsabilidad contractual.
El equilibrio financiero se convierte en un faro orientador que ilumina el camino de las relaciones contractuales, particularmente en contratos con el sector público, donde las implicaciones financieras pueden ser significativas. Sin embargo, no todo desequilibrio o variación en las expectativas del contratista se traduce en una ruptura del equilibrio económico del contrato. Existen riesgos inherentes a cualquier negocio que el contratista debe asumir.
Según la doctrina y jurisprudencia, el equilibrio financiero del contrato puede romperse por diversas razones. Entre estas, destacan:
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Actos de la entidad administrativa contratante, como incumplimientos de las obligaciones contractuales o modificaciones abusivas.
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Actos generales de la administración, como cambios normativos que afectan negativamente el contrato.
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Factores exógenos, conocidos como la "teoría de la imprevisión," que involucran circunstancias ajenas al contrato pero con incidencia en él.
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