EL SISTEMA DE SALUD EN COLOMBIA SEGÚN LA OECD

Editorial

EL SISTEMA DE SALUD EN COLOMBIA SEGÚN LA OECD

EL SISTEMA DE SALUD EN COLOMBIA SEGÚN LA OECD

 

Por: Ing. Abdón Sánchez Castillo -Master of Business Administration (MBA) Universidad de los Andes.

En tiempos de crisis, como la que atraviesa actualmente el sector de la salud en Colombia, es crucial contar con la perspectiva de organizaciones imparciales como la OECD. Comprender las debilidades y fortalezas del sistema de salud colombiano en comparación con otros países es fundamental para identificar áreas de mejora y optimizar un sistema tan complejo y crítico. Esto permitirá desarrollar estrategias más efectivas para enfrentar los desafíos y mejorar la calidad de los servicios de salud en el país.

Para esta tarea nos basaremos en las estadísticas publicadas en Health at a glance 2023,  enfocándonos en los indicadores más importantes que marcan el desempeño de dicho sector a noviembre de 2023.

Figura 1: Expectativa de vida y gastos en salud

Una de las variables más importantes que nos indica la calidad de un sistema de salud, es sin duda la expectativa de vida. El promedio en los países de la OECD es de 80.3 años, siendo Japón el país con mayor expectativa (84.5 años). Colombia tiene 76.8 años. Observando la Figura 1, podemos ver cómo se encuentra Colombia (COL) comparativamente hablando con otros países, teniendo en cuenta además el gasto en salud pública. La gráfica muestra la variación frente al promedio de la OECD, siendo el promedio igual a 1. Un indicador de 0.95, por ejemplo, indica que corresponde al 95% del promedio. Nuestro país está en la parte inferior, un 4.4% debajo del promedio, mostrando que hay mucho por mejorar frente a los países desarrollados principalmente. El lado positivo es que durante el último año Colombia mejoró 2.5 años.

Llama la atención como en Colombia, a diferencia de lo que la mayoría de la gente piensa, el gasto en salud, es uno de los más bajos de los países de la OECD, muy similar a México. Esto nos indica que no hay un despilfarro de recursos como tal, sino más bien todo lo contrario, austeridad o incluso escasez de recursos.

Figura 2: Mortalidad evitable (evitable y tratable) y gastos en salud

Otro indicador importante es la mortalidad evitable, tal como se observa en la figura 2. Colombia está por encima del promedio de la OECD, en un 38%, con 328 muertes por 100 mil habitantes, mientras que el promedio está en 237 por cada 100 mil habitantes. Colombia en este indicador está por encima de la mayoría de países desarrollados, incluso similar a la de USA, tan solo que ellos gastan mucho más, 2.5 veces el promedio.

Figura 3: Satisfacción respecto disponibilidad y calidad del servicio vs gastos en salud

En cuanto al indicador de Satisfacción de la población en cuanto a disponibilidad y calidad del servicio Colombia no es el mejor, todo lo contrario, es superada por la mayoría de países de la OECD.

Podemos concluir, que son muchos los retos que nuestro sistema tiene que superar, para llegar a los mismos niveles que tienen países como Corea del Sur, España, República Checa Israel, o Eslovenia. Por tener poblaciones similares observaremos más de cerca los sistemas de salud de Corea del Sur y España, a fin de compararlos con el nuestro.

 

SISTEMA DE SALUD EN COREA DEL SUR

En los últimos 30 años, Corea del Sur ha transformado su sistema de salud, pasando de una infraestructura limitada a un modelo con cobertura universal y una de las expectativas de vida más altas del mundo. Según el Health Care Index, Corea se ha ubicado entre los dos mejores sistemas de salud durante los últimos cinco años, superado solo por Taiwán y siendo galardonado como el mejor a nivel global en 2017, 2018 y 2021. A pesar de tener un nivel de gasto en salud cercano al promedio entre los países de la OCDE (9.7% del PIB en 2022), el copago per cápita está un 15% por encima del promedio y aumentó un 5% entre 2015 y 2019. Este incremento ha llevado a que los seguros privados desempeñen un rol crucial en el financiamiento del sistema.

El sistema de salud pública de Corea del Sur, conocido como el Seguro Nacional de Salud (NHI), es administrado por la Corporación Nacional de Seguros de Salud (NHIC) bajo el Ministerio de Salud y Bienestar (MoHW). La atención médica se financia mediante una combinación de impuestos sobre la nómina, subsidios gubernamentales, contribuciones externas y recargos por tabaco. Los ingresos mensuales de los trabajadores se gravan con un 5%, dividido entre empleado y empleador, mientras que las contribuciones de los trabajadores autónomos se determinan según sus ingresos. Las familias de bajos ingresos están exentas de las contribuciones mensuales. El tabaco aporta aproximadamente el 6% de la financiación del sistema y el gobierno contribuye con alrededor del 14%. El NHI es gestionado por el Servicio Nacional de Seguro de Salud (NHIS) y la cobertura de atención se revisa por el Servicio de Evaluación y Revisión de Seguros de Salud (HIRA). Aunque están separadas del Ministerio, ambas organizaciones operan bajo su control indirecto.

El Seguro Nacional de Salud (NHI) de Corea del Sur ofrece una amplia gama de beneficios centrados en la atención curativa, incluyendo diagnóstico, tratamiento, atención médica tradicional, atención de emergencia, productos farmacéuticos y atención dental. También cubre algunos cuidados preventivos, como chequeos médicos y exámenes de detección del cáncer.

Los seguros de salud privados complementan al NHI debido a los altos copagos que este implica. Se estima que el 87% de los hogares en Corea del Sur cuentan con un seguro de salud privado para cubrir enfermedades costosas como el cáncer o accidentes. En 2019, los pagos por cuenta propia representaron el 30.25% del gasto en atención médica, una cifra significativamente mayor que el promedio del 20% de la OCDE, el 17% en Reino Unido, el 14% en Canadá y el 12.9% en Japón.

 

SISTEMA DE SALUD EN ESPAÑA

El sistema sanitario español es un modelo mixto donde coexisten el Sistema Nacional de Salud (SNS), gestionado por entes públicos, y una amplia red hospitalaria privada. Cerca del 90% de los españoles utilizan el SNS, mientras que el 15% tienen un seguro médico privado. Gracias a esta red, en España se disfruta de una atención universal que llega al 100% de la población, según el estudio de la OECD.

El SNS se caracteriza por una gran descentralización en su gestión, organizada en tres niveles. En primer lugar, el Ministerio de Sanidad, seguido por las Comunidades Autónomas, que a su vez se dividen en áreas de salud.

La atención primaria representa el 90% de los servicios sanitarios, ofreciendo un servicio cercano y de alta calidad. La descentralización permite que la atención esencial esté al alcance de todos los ciudadanos, destacando la accesibilidad geográfica de los centros de salud, y la red privada de sanidad ayuda a reducir los tiempos de espera para las especialidades.

las competencias en materia de sanidad están transferidas a las Comunidades Autónomas, lo que resulta en diferencias en el gasto público.

La asistencia sanitaria en España es una prestación no contributiva, financiada a través de los impuestos e incluida en el presupuesto general de cada Comunidad Autónoma. Además, existen dos fondos adicionales: el Fondo de Cohesión, gestionado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, y el Programa de Ahorro Temporal en Incapacidad Temporal.

CONCLUSIONES

A pesar de las diferencias en la financiación de los sistemas de salud, con España financiada principalmente por el estado y Corea del Sur a través de contribuciones a la nómina, similar a Colombia, ambos sistemas comparten un factor común importante: la participación activa del sector privado y su complementariedad con el sector público.

La competencia es sin duda una de las formas más eficaces a la hora de vincular eficiencia e innovación a un servicio público, y la salud no es la excepción. Pensar en estatizar la salud, es desconocer mecanismos que han probado su valor en países como España y Corea, y navegar contra la corriente, en un sistema que resulta crítico para la ciudadanía y que no da lugar a equivocaciones, ya que está de por medio la vida de los colombianos.

Nuestro actual sistema de salud en Colombia puede ser fácilmente modificado para superar los problemas actuales que, podemos resumir en lo siguiente:

 

  • Insuficiencia de recursos para cubrir los costos de atención médica, cirugías, medicinas y administración, los cuales no alcanzan a ser cubiertos con la UPC, por cada afiliado, girado por ADRES a las EPS.
  • Pérdidas financieras acumuladas de las EPS, debido a la insuficiencia de recursos reconocidos por la atención a sus afiliados.
  • Deterioro patrimonial de las EPS e incumplimiento de la solvencia financiera mínima requerida.
  • Dificultad y demora frente a la autorización de cirugías complejas, tratamientos y medicamentos costosos, razón por la cual los pacientes tienen que acudir a la acción de tutela, como el único mecanismo efectivo para lograrlo.
  • Demora en citas con especialistas.
  • Medicina correctiva y no preventiva.
  • Cartera morosa a proveedores de servicios (IPS), medicamentos o tecnología.
  • Discriminación en la atención de pacientes del régimen subsidiado, frente al régimen contributivo o medicina prepagada.
  • Demora en la entrega de medicamentos a los pacientes.

 

El problema es principalmente financiero y de flujo de caja. Centralizando el recaudo de las contribuciones de la nómina y la administración de pagos, se puede reducir buena parte de los problemas mencionados.  La idea es que para las EPS o IPS sea igualmente atractivo financieramente atender a cualquier paciente, sin importar a cuál régimen, EPS o estrato corresponda, garantizando el cubrimiento oportuno de los costos de enfermedades ruinosas o catastróficas, y no solo la atención primaria.

En primer lugar, se debe garantizar por parte del gobierno que la UPC cubra los costos reales de la prestación del servicio, incluyendo administración y utilidades, ya que ningún servicio público o privado puede ser eficiente sino es financieramente viable y atractivo.

Además, se requiere que la Superintendencia de Salud haga un seguimiento real y oportuno a todos los indicadores de las EPS, fijando metas de desempeño y premiando el logro de las mismas, y castigando financieramente las que no se logren, es decir, un plan de incentivos y castigos, incluyendo, de ser necesario la intervención o liquidación de cualquier entidad prestadora de salud, que no cumpla con los mínimos estándares exigidos.

El único responsable de lograr un sector de la salud económicamente viable y eficiente es el gobierno, a través del Ministerio de Salud y Protección Social y la Superintendencia Nacional de Salud.  Esta responsabilidad es indelegable, ya que en sus manos está la solución al problema.

 

 

 

 


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