¿ES VIABLE EN BOGOTÁ LA PROPUESTA DEL POT, EN SER LA CIUDAD DE LOS 30 MINUTOS?

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¿ES VIABLE EN BOGOTÁ LA PROPUESTA DEL POT, EN SER LA CIUDAD DE LOS 30 MINUTOS?

¿ES VIABLE EN BOGOTÁ LA PROPUESTA DEL POT, EN SER LA CIUDAD DE LOS 30 MINUTOS?

La ciudad conlleva repensarla en términos de proximidad y orientar mejor unas funciones que, por supuesto, pueden ser diferentes de un barrio a otro. Es imprescindible partir de las necesidades de todos los ciudadanos, independientemente de su generación y haciéndoles más fácil preguntarnos sobre sus problemas”. Carlos Moreno.

Por: LIDYA MABEL CASTILLO SANABRIA, Doctoranda en Ciudad Territorio y Planificación Sostenible (URV) España, Máster en Antropología Urbana (URV) España, Abogada Universidad de la Sabana (Colombia)".

 

Una ciudad de 30 minutos implica pensar, planear y ejecutar una ciudad que responde a la escala humana y no del automóvil. Esto qué significa: Que los usos del suelo están coordinados con las funciones.

Eso quiere decir que cuando hay un ordenamiento que planea una vivienda, no debe planear 48 hectáreas de vivienda sin pensar lo que eso significaría en términos de empleo, fuentes de empleo, distancia a las fuentes de empleo, aprovisionamiento de alimentos, educación y salud. Se trata de pensar el ordenamiento en una escala humana y en cómo la persona que va a vivir ahí va a acceder a sus alimentos sin que ello impacte negativamente la sostenibilidad ambiental.

Una ciudad de 30 minutos significa pensar la ciudad conectada en red. Entender que la ciudad podría ser una sumatoria de micro ciudades. Hace muchos años en un plan de desarrollo que tuvo el país se habló de ciudades dentro de ciudades, lo que de alguna forma es un concepto muy bonito y que ya hacía referencia a la complejidad que tiene una ciudad, pero este concepto tampoco puede solucionarlo todo.

Este planteamiento se traduce, de acuerdo con la Administración Distrital, en una urbe con muchos centros, donde los habitantes puedan vivir y preferentemente trabajar en un radio de 30 minutos de distancia, en distritos sostenibles ambientalmente unidos por corredores verdes, con prioridad para peatones y ciclistas.

Este modelo, además, debe ir muy ligado a las Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) por su modelo de proximidad y de acercar toda una oferta de servicios a la ciudadanía, lo que implica también la necesidad de descentralizar la administración, generando oficinas satélites que permitan al ciudadano acceder de manera presencial, a fin de realizar trámites imposibles de realizar de manera on line. Un punto a favor es la Ley 1962 de 2019 llamada “Ley Regional” por medio de la cual se ofrece esa autonomía a los departamentos, quienes podrán administrar y ejecutar sus propias políticas. Se calcula que del 15% del total del presupuesto que ahora ejecutan las regiones, se pasará a un reparto del 40% el Estado y el 60% las regiones.

Volviendo a la ciudad de 30 minutos, lo que se busca en el marco de la ciudad capital es, sobre todo, subsanar dos de las grandes situaciones que viven a diario quienes viven en Bogotá: pasar un promedio de dos horas de viaje desde y hacia el trabajo, y cortesía de esto la ciudadanía se gasta casi el 30% de sus ingresos en transporte, lo que a su vez aumenta la brecha de desigualdad para las familias pobres.

Siendo así, esta propuesta plantea tres preguntas: desde el urbanismo, ¿qué significa ser una ciudad de media hora?, ¿qué tan realista es esta meta con las condiciones actuales de la capital? y ¿en estos momentos Bogotá qué tipo de ciudad es?

La ciudad de los 30 minutos, viene de la propuesta realizada en París por la Alcaldesa Anne Hidalgo, quien de la mano de  Carlos Moreno, gurú? franco-colombiano de prestigio en temas de urbanismo, presentaron la propuesta de Ciudad de los 15 minutos en donde luego de analizar la ciudad francesa generan un documento en donde se resumen siete funciones sociales urbanas que cualquier ciudadano feliz querría: habitar, trabajar, hacer sus compras, acceder a la salud, la educación, la cultura y el descanso en armonía con la naturaleza próxima. Es un concepto que, cobra vital importancia en un momento como el actual, en el que la crisis sanitaria nos ha recordado que la necesidad esencial de nuestras vidas es establecer vínculos, expresarnos y disfrutar de una rica vida social y cívica, en pequeños territorios cercanos.

A pesar de que la idea de la ciudad de los 15 minutos es relativamente nueva, hay lugares que ya llevan años persiguiendo un modelo de urbe descentralizada y más accesible. Es el caso de Portland, en Oregón Estados Unidos, Barcelona España, Melbourne (Australia) con la ciudad de los 20 minutos.

El Hoy, la realidad de Bogotá

Sin embargo, es importante, analizar la realidad de Bogotá, en sus aspectos mas relevantes lo que desemboca en las siguientes conclusiones:

En cuanto a la viabilidad, los urbanistas parten del principio de que todas las transformaciones urbanas y sociales son posibles, sí, pero ¿cómo?, un elemento vital que debe tener un plan de ciudad de 30 minutos es que esta, no sea de los constructores.

“Ese es el primer reto que tiene Bogotá y eso no quiere decir que los constructores se tengan que ir, que los odiemos o como hacen los del paro, que vayamos a echarle piedras a Camacol. Es simplemente decir que: el constructor no es el protagonista, sino un actor de reparto. Es muy difícil de lograr, pero los protagonistas de principio a fin deben ser, los ciudadanos. Más aún: si uno pone como protagonista a las personas con discapacidad está poniendo casi de protagonista a toda la sociedad. Si uno pone como protagonistas a los más vulnerables, de ahí para arriba todo el mundo se beneficiará.

Transporte masivo. Ahora, si bien es cierto que es viable lograr esta meta, que como lo ha indicado la alcaldesa Claudia López es una visión cuya materialización dependerá en gran medida de una red regional de Metro, que a su vez se combine con doblar tanto la calidad como la cantidad de los espacios para peatones y bici-usuarios, de acuerdo con el ingenieros civiles y asesores del Concejo de Bogotá en temas de movilidad y planeación territorial, consultados, “esta es una meta ambiciosa que dependerá en gran medida de las nuevas infraestructuras para el transporte para que la ciudadanía se vincule a ella y se desincentive el vehículo particular”.

También destacó que la propuesta del POT no se queda solo pensando en la movilidad, sino que ve esta articulada con varios frentes como una ciudad de cuidado, con equipamientos en pro de la proximidad. Aun así, los analistas creen que lograr una ciudad de 30 minutos no será una dinámica homogénea.

Lo que es importante ir concluyendo es que, hay buenas bases para lograrlo, pero en 12 años yo considero que habrá algunas partes de la ciudad que lo logren y otras que no. Lograrlo en toda la ciudad es supremamente complejo, pero bajo esta nueva propuesta podría llegar a ser la base para que la ciudad comience a avanzar hacia dicha meta.

Para lograr esta propuesta es preciso tener en cuenta las siguientes consideraciones: en primer lugar, que esta es una iniciativa que tiene que poner a los ciudadanos como protagonistas de la arquitectura urbana, lo que puede entrar en conflicto con los constructores.

Luego, que sin lugar a dudas Bogotá es una ciudad completamente ineficiente y, por último, que esta es una meta que no se logrará de manera homogénea y es probable que en el mejor de los casos, en 12 a 15 años solo algunas partes de la ciudad la hayan materializado.


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