Gentrificación: un fenómeno mundial que también se ve en Colombia
Gentrificación: un fenómeno mundial que también se ve en Colombia
La mayoría de los autores hacen referencia a Ruth Glass como la primera en conceptualizar el término “gentrificación” en 1964; esta socióloga británica lo define como la llegada uno a uno de miembros de clase media que desplazan a los trabajadores de clase baja de los barrios centrales, hecho particularmente visible en Islington, un antiguo barrio obrero de Londres, superpoblado y pequeño que se transforma en un distrito de clase alta y costoso; Glass narra cómo se da un hecho lento y gradual, en el cual se aprecia un interés inusitado de las clases medias por apropiarse de sitios degradados y bohemios pero con bajos precios, asequibles frente al costo del metro cuadrado, teniendo como ventaja que son amplios y con facilidades de trasformación física al pasar de caballerizas a mansiones, de modestas casas a chalets urbanos, después de renovar sus fachadas, interiores, puertas y ventanas para darles una mayor categoría por medio del cambio del diseño interior y exterior. Pero, además, provocando que las clases trabajadoras o bohemias iniciales abandonen dichas villas y den paso a una nueva clase-media en ascenso.
Hoy la gentrificación se define, como un fenómeno urbanístico en el que un barrio o una ciudad se renueva y adquiere una plusvalía (incremento de su valor) y resulta atractivo para los turistas y los sectores sociales de mayor nivel económico. No es un proceso espontáneo sino que suele ser fruto de emprendimientos especulativos, en general, promovidos por grupos inmobiliarios y entidades de crédito. Es un fenómeno que requiere de grandes inversiones para llevar adelante la compra y la rehabilitación de una gran cantidad de propiedades. Pero ojo no debe confundirse la gentrificación con renovación urbana, que cada una tiene sus fases, objetivos y sus soluciones.
La gentrificación ocurre por la acción de diversos agentes, como:
- La compra y venta de inmuebles. Grupos financieros compran edificios completos para que cada título de propiedad ingrese a la bolsa de valores (en la que se negocian para la compra y venta tanto títulos, acciones, bonos o deudas públicas). Esta actividad genera un incremento en el valor de las propiedades.
- Las nuevas tiendas de categoría. Locales como cafés, bares y comercios que atraen a una clientela moderna y pudiente, son uno de los principales factores que conllevan a un cambio de imagen de la ciudad y permiten atraer a turistas o ciudadanos de mayor poder adquisitivo.
- Las autoridades locales. La legislación local y las negociaciones entre las autoridades e inversores, resultan factores indispensables para llevar adelante este tipo de procesos. La toma de decisiones y de acción por parte de las autoridades debe contemplar la mejor manera de adaptación para todos los sectores sociales.
Las principales consecuencias de la gentrificación son:
- Como consecuencia de la gentrificación, la población humilde original resulta desplazada por otra de mayor poder adquisitivo que sí puede afrontar los elevados costos de los inmuebles (tanto para la venta como la renta).
- La revalorización del terreno no se debe solo al notable valor histórico que pueda significar una ciudad o a su atractivo natural. El factor que genera un incremento del valor de los inmuebles es la inversión financiera en la ciudad, que la vuelve atractiva por su desarrollo urbano y comercial (lo que genera mayor demanda de venta o renta de inmuebles).
- La gentrificación ocurre con una economía centrada en la proyección de grandes negocios. Este proceso de cambio genera que una ciudad con actividad obrera productiva pueda convertirse en una ciudad como mercancía per se.
- Esa ciudad-mercancía se nutre, en gran medida, de la actividad turística y de un público de gran poder adquisitivo, atraído por la oferta de servicios, el patrimonio histórico, la arquitectura y el diseño de la ciudad, actividades recreativas, entre otros.
Como ejemplos de la gentrificación tenemos, la ciudad de París (Francia). Cada año pierde 12.000 habitantes porque los valores de las propiedades se han duplicado en los últimos diez años. Un aspecto que se destaca en ese caso es la apariencia: se transforma la imagen de la ciudad y eso hace que ciertos sectores se vuelvan codiciados e “instagrameables” (dignos de ser retratados, publicados y comentados, en las redes sociales) por los turistas.
Por su parte, la colonia Condesa (México), que es una colonia de clase media que se ha convertido en epicentro de la vida nocturna, culinaria y residencial, con un continuo despliegue comercial, eventos culturales frecuentes y nuevas alternativas de transporte. La gentrificación se ha extendido hasta la colonia Roma, por lo que suelen llamar a la zona como “corredor Roma-Condesa”.
Colombia no ha sido ajena a este fenómeno. El mes pasado, en Medellín, aparecieron algunas hojas pegadas sobre postes en los alrededores de Provenza y el Parque Lleras. En un texto escrito en inglés y dirigido a los visitantes extranjeros, algún ciudadano anónimo reclamó la masificación del turismo, que se vende con el eslogan “traemos progreso”, pero que solo terminaba gentrificando los barrios de El Poblado.
La dimensión política del fenómeno, para el caso de Medellín, debe mirar necesariamente hacia la metodología de formulación del POT (Plan de Ordenamiento Territorial) o su equivalente en los otros municipios el EOT (Esquema de Ordenamiento Territorial) como punto álgido, la cual no es incluyente y participativa, ni se compadece con las necesidades de las comunidades, en segundo lugar, las Empresas Industriales y Comerciales de Estado, en este caso la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) y sus formas de proceder y en tercer lugar los espacios de participación y la posibilidad de oposición real, discursiva y territorial de las comunidades. Sin mencionar que el turismo y los altos costos de los arriendos han desarrollado de manera impresionante esta problemática.
¿Hay alguna solución para la Gentrificación? Lo ideal sería que los Gobiernos controlen los precios de alquiler en los diferentes territorios. Lo ideal sería, aplicar una política en la que se limite el número de viviendas destinadas para el turismo o los nómadas digitales, en las cuales se destinen estadías de corta duración.
Pero cuando la gentrificación es debida a la inadecuada construcción de las viviendas, la solución es retener a la población existente y su tejido social mediante el mejoramiento de su vivienda, y con programas sociales cuidadosamente estructurados para actividades tradicionales generadoras de ingresos que mantengan bajo control y canalicen adecuadamente esfuerzos conscientes de planeación.
En el caso de Medellín, la ciudad cuenta con el Plan Estratégico Habitacional (PEHMED) 2030, presentado en el año 2019, por el Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín (ISVIMED) y la Escuela del Hábitat de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional, sede Medellín.
El documento ya señalaba que en la ciudad “la presión inmobiliaria y los precios especulativos de los predios en los sectores con tratamiento de renovación urbana y en algunos de consolidación y reciclaje de suelos consolidados, conducen a la salida de los moradores despojándolos de la plusvalía potencial”.
Entre las estrategias contempladas en el Plan está la creación del Consejo Consultivo Municipal de Política Habitacional, órgano colegiado de articulación, coordinación y concertación de la política pública del hábitat con la concurrencia de los diversos actores, que esperan desde su observatorio dar soluciones reales a esta problemática, que no es ajena al resto del país.
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