Hablemos de la crisis mundial de vivienda y como se viene combatiendo: El reto del 2025

Civil

Hablemos de la crisis mundial de vivienda y como se viene combatiendo: El reto del 2025

Hablemos de la crisis mundial de vivienda y como se viene combatiendo: El reto del 2025

 

Lidya Mabel Castillo Sanabria

Abogada/Master en Antropología urbana/

Doctoranda Ciudad, Territorio y Planificación Sostenible URV

Tener un lugar digno donde vivir con dignidad se ha convertido en una tarea prácticamente imposible para la muchas personas a nivel mundial. En los últimos 40 años, situaciones como la pérdida sostenida de vivienda pública, la falta de regulación del mercado privado de alquiler, la construcción masiva de apartamentos lujosos, así como las limitaciones de programas de mejoramiento de vivienda y barrios populares autoconstruidos han tenido efectos sociales negativos. Esto genera un número creciente de familias monoparentales y jóvenes que trabajan pero que no pueden pagar una vivienda adecuada; inquilinos bajo la amenaza constante de desalojos; habitantes de periferias precarias y sin servicios, todas estas personas son las trazas visibles de una crisis habitacional planetaria.

Gente sin casas y casas sin gente es el slogan que resume el sinsentido de un mercado inmobiliario cada vez más concentrado y especulador, con un Estado en gran parte cómplice y temeroso de recuperar su rol regulador y garantista de los derechos básicos. Crecen y se vacían nuevos barrios exclusivos y grandes conjuntos de la llamada vivienda de interés social en áreas productivas o de conservación, sin infraestructuras ni oportunidades adecuadas, gracias a procesos como la privatización, gentrificación y turistificación que se han vuelto palabras claves para entender la dinámica urbana que hoy afecta a ciudades grandes, medianas y pequeñas en todas las regiones.

Frente a la inercia y retrocesos del nivel nacional, diversas ciudades y regiones están dando señales que alimentan alternativas y esperanzas. Así lo manifiesta el hecho de que, en julio de 2018, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, un grupo de alcaldes hicieran público su compromiso de implementar medidas para avanzar en la realización del derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad. En esa Declaración, más de cuarenta gobiernos locales y regionales afirmaron su voluntad de promover un urbanismo que combinara vivienda adecuada con barrios incluyentes, sostenibles y de calidad, así como herramientas de colaboración público-privada y público-comunitaria. Al mismo tiempo, las municipalidades reclamaban más competencias para regular el mercado inmobiliario y acceso a más fondos para mejorar el stock de vivienda pública.

Desde entonces, activistas, profesionales y personal funcionario público de ciudades como Ámsterdam, Barcelona, Berlín, Montevideo, Nueva York, París y Viena, por mencionar algunos ejemplos, han participado en numerosos espacios de intercambio y aprendizaje mutuo que ya han tenido repercusiones interesantes en iniciativas y políticas municipales y regionales. Aprovechando e incluso expandiendo el rango de sus mandatos, diversos gobiernos locales y metropolitanos vienen experimentando una serie de medidas para garantizar el bienestar social y promover una mayor responsabilidad ambiental. Innovaciones normativas, financieras, administrativas y de gestión les están permitiendo avanzar en áreas claves tales como la provisión de vivienda municipal, el control de los alquileres, la regulación de los departamentos turísticos, la prevención de los desalojos, la planeación del uso del suelo y los códigos de construcción, incluyendo la cesión de tierra para proyectos cooperativos y otros sin fines de lucro.

El marco del derecho a la vivienda ofrece elementos fundamentales, tanto para descifrar las limitaciones de las tendencias actuales como para orientar políticas públicas transformadoras que avancen en mayor equidad y justicia socioespacial. Tal y como ha sido reconocido en instrumentos internacionales y en constituciones y leyes alrededor del mundo, el derecho a la vivienda adecuada se expresa en siete dimensiones interrelacionadas:

1) seguridad de la tenencia;

2) disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura;

3) asequibilidad;

4) habitabilidad;

5) accesibilidad;

6) ubicación; y

7) adecuación cultural.

 

La crisis multifacética global - la pandemia de la COVID-19 - puso la lupa sobre las crecientes desigualdades que afectan a nuestras sociedades y ciudades, marcando así lo prioritario y lo urgente. El acceso a la vivienda y los servicios básicos adecuados se volvió una medida de protección crucial frente al avance de la enfermedad, marcando la terrible diferencia entre la vida y la muerte para millones de personas en todo el mundo. A su vez, la casa transformada en lugar de estudio y trabajo evidenció las injusticias de la brecha digital, al tiempo que incrementó sustantivamente la carga de los cuidados —en su mayoría desarrollada por mujeres— a costa de su pérdida de ingresos y autonomía.

Mientras tanto, un gran número de población con trabajos esenciales en sectores como la salud, la alimentación, la energía, entre otros (una buena parte pertenecientes a grupos racializados y migrantes) pusieron en riesgo su salud por vivir en condiciones de hacinamiento, en áreas alejadas de los centros de empleo y con malas condiciones de transporte público. Una vez más, los gobiernos locales y las comunidades fueron los primeros en responder, aunque a menudo sin contar con los recursos adecuados y, en muchos casos, enfrentándose a autoridades nacionales reacias e incluso autoritarias.

Aun con presupuestos limitados, varios actores locales y regionales tomaron medidas rápidas y en muchos casos audaces para abordar la emergencia. Al movilizar una amplia red de apoyo en especie y desmercantilizar el acceso a bienes y servicios esenciales buscaron garantizar vivienda, agua, alimentos, electricidad, así como el acceso a internet. Las moratorias de alquiler de viviendas públicas, las tarifas congeladas y los bancos de alimentos se combinaron con clínicas emergentes y atención médica remota.

La reutilización de edificios, terrenos y espacios públicos se convirtió en una herramienta crítica. Se adaptaron viviendas vacías y habitaciones de hotel, centros de conferencias y otras instalaciones comunitarias para brindar refugio a personas sin hogar, mujeres y niños víctimas de violencia doméstica, así como trabajadores de la salud que necesitaban aislamiento. A pesar de no ser suficientes ni durar el tiempo necesario, estas medidas para la atención de la emergencia ampliaron el horizonte de lo posible y mostraron el camino a seguir para las transformaciones urgentes de mediano y largo plazo.

Para comprender el desafío que han venido emprendiendo algunas ciudades en el mundo, quiero presentar algunos resultados presentados por el Foro Económico Mundial quien presentó el 06 de junio un nuevo informe titulado Hacer de la vivienda asequible una realidad para las ciudades. Este informe proporciona una descripción completa de los desafíos de vivienda asequible en toda la cadena de valor de la vivienda. El informe identifica factores que afectan la asequibilidad de la vivienda más allá de los costos directos de compra y mantenimiento, incluida la ubicación, el tipo de vivienda, el acceso a la infraestructura social, el entorno legal y regulatorio y el estado de los mercados financieros.

El informe recomienda un enfoque sistemático para abordar la crisis de vivienda asequible, al tiempo que destaca cómo una variedad de ciudades está encontrando soluciones. Aquí hay diez maneras en que las ciudades de todo el mundo están abordando el desafío de la vivienda.

 

  1. Adquisición de tierras: cuotas de tierras negociables - Chengdu y Chongqing

En China, los gobiernos locales tienen autoridad limitada para expropiar tierras rurales para nuevas viviendas. Chongqing y Chengdu están experimentando con cuotas de tierras negociables, a través de las cuales los desarrolladores pueden construir nuevas viviendas en la periferia de una ciudad a cambio de abrir tierras adicionales para el cultivo más allá de los límites de la ciudad.

  1. Uso de la tierra: Programa de Comunidades Plus - Sídney, Nueva Gales del Sur

El gobierno estatal de Nueva Gales del Sur, Australia, se está asociando con el sector privado y grupos de vivienda no gubernamentales y comunitarios para desarrollar o renovar 23,000 unidades de vivienda social en vecindarios que necesitan renovación, junto con 500 viviendas económicas y 40,000 viviendas privadas. Los ingresos se reinvierten en viviendas sociales, instalaciones comunitarias y espacios públicos. La asistencia para la vivienda está vinculada a la participación en educación, capacitación o empleo local.

  1. Reutilización de la propiedad vacante: Ordenanza de conversión de motel - Los Ángeles

Los Ángeles recientemente aprobó una ley que permite que los moteles se conviertan en viviendas de apoyo permanente para las personas sin hogar, independientemente de los requisitos de zonificación actuales. Por lo general, esto es más rápido y barato que la construcción nueva, ya que solo implica agregar pequeñas cocinas a las habitaciones del motel.

  1. Financiación: Urban Wealth Fund - Hamburgo y Copenhague

Hamburgo y Copenhague han mejorado el suministro de viviendas al agrupar activos de propiedad pública en un Fondo de riqueza urbana que se asocia con el sector privado para entregar proyectos. Compartir riesgos y beneficios alinea los intereses de estas partes interesadas y puede racionalizar el desarrollo de la infraestructura, la planificación y las regulaciones de uso de la tierra.

  1. Productividad de la construcción: Mayor's Construction Academy - London

La escasez en habilidades de construcción puede aumentar los costos de mano de obra y, a su vez, los costos de construcción de viviendas. Londres ha establecido la Academia de Construcción del alcalde para acreditar a los proveedores de capacitación, fortalecer la coordinación entre los proveedores de capacitación y los empleadores de la construcción, y proporcionar fondos para mejorar el equipo y las instalaciones de capacitación, lo que hace que la capacitación en habilidades de la ciudad sea más útil para la industria de la construcción y más atractiva para los jóvenes.

  1. Diseño: Iniciativa Green Roof - Denver

La iniciativa Green Roof de Denver requiere que los edificios de más de 25,000 pies cuadrados tengan techos verdes o paneles solares, incluidos los proyectos de viviendas asequibles. Si bien los costos iniciales aumentarán, las comunidades de bajos ingresos deberían beneficiarse a largo plazo de niveles más bajos de contaminación del aire y del agua, así como de facturas de energía más baratas.

  1. Material de construcción: yeso reforzado con fibra de vidrio - India

Después de una década de investigación, el Instituto Indio de Tecnología de Madras ha propuesto un sistema de construcción que utiliza paneles de yeso reforzado con fibra de vidrio (GFRG), paneles prefabricados de bajo costo hechos con residuos de yeso de plantas de fertilizantes, con un mínimo de hormigón y acero, y sin ladrillos El gobierno indio ha aprobado normas para estructuras de hasta 10 pisos de altura. La resistencia térmica reduce la necesidad de aire acondicionado. GFRG ha sido denominado material verde por el Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

  1. Elegibilidad: Criterios para la vivienda social - Dupnitsa, Bulgaria

Dupnitsa, Bulgaria, construyó 150 unidades de vivienda social con elegibilidad restringida para aquellos que no poseen propiedades y obtienen ingresos por debajo de un límite específico. Los solicitantes fueron clasificados en función de su situación laboral, nivel educativo, edad y número de hijos.

  1. Sistemas de tenencia: tenencias múltiples para vivienda - Bristol, Reino Unido

Bristol, Reino Unido, está construyendo 161 viviendas en una antigua escuela primaria con seis tipos diferentes de tenencia. Una asociación de viviendas, una compañía de inversión comunitaria y un inversor privado han trabajado juntos para crear este modelo, en el que algunas casas se venderán a precio de mercado y otras estarán disponibles a través de tenencias, incluidas la propiedad compartida y el alquiler con opción de compra. El esquema está dirigido a trabajadores vitales que están siendo excluidos de la ciudad.

  1. Propiedad de vivienda: Proyecto de apartamentos en Melbourne - Melbourne, Australia

El Proyecto de Apartamentos de Melbourne: el desarrollo modelo de Barnett en el norte de Melbourne es un desarrollo financiado con fondos privados con el apoyo de la Universidad de Melbourne, Melbourne City Mission, Melbourne resiliente y la ciudad de Melbourne. Como parte del esquema, seis de 34 apartamentos se venden a precio de mercado para subsidiar la venta de los otros 28 a inquilinos de viviendas sociales a través de un modelo de segunda hipoteca diferida que reduce los depósitos y reembolsos necesarios. Un proyecto similar en Toronto, Opciones para hogares, ha entregado más de 6,000 hogares asequibles en 20 años.

Las ciudades saben que cualquier estrategia eficaz para atender la crisis habitacional requerirá combinar medidas de atención simultánea a tres grupos diferenciados que juntos representan hoy la mayoría de la población: las personas sin vivienda; las personas con vivienda inadecuada; y las personas en riesgo de perder su vivienda. La mirada feminista y decolonial (incluyendo mecanismos de justicia redistributiva, memoria y reparación para pueblos originarios) nos ayuda a poner el foco en los cuidados y en la dimensión colectiva que implica entender la vivienda como parte de los bienes comunes que debemos proteger y fortalecer.

La vivienda está en el centro de la gran crisis ambiental, económica, sanitaria y social de nuestro tiempo. El derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad deberán por tanto estar en el centro de las transformaciones que sigamos impulsando.


Compartir

Comentarios


Artículo sin comentarios

Escribe un comentario