La vivienda unifamiliar ¿Moda 2021 o una tendencia a establecerse en el futuro?

Opinión

La vivienda unifamiliar ¿Moda 2021 o una tendencia a establecerse en el futuro?

La vivienda unifamiliar ¿Moda 2021 o una tendencia a establecerse en el futuro? 

 

“La vivienda demandada ratifica el interés por las viviendas unifamiliares. Se buscan chalets o casas adosadas próximas a las ciudades, bien comunicadas y con una buena red digital” 

 

POR: LIDYA MABEL CASTILLO SANABRIA Abogada de la Universidad de la Sabana (Colombia), Antropóloga Urbana de la URV (España), Abogada Internacional del ISDE (España). Especialista en Estudio de Títulos Inmobiliarios, legalización de garantías hipotecarias, consultor legal externo para entidades bancarias, financieras, constructores e inmobiliarias. 

El coronavirus ha desempeñado un rol clave en la percepción que la demanda tiene ahora de la vivienda, funcionando como catalizador de un cambio cultural que ya venía produciéndoseLa pandemia se erige como un elemento clave en la percepción que los clientes tienen de la vivienda. Ello se debe a que debido a los confinamientos obligatorios y las restricciones de movilidad pasamos la mayor parte del tiempo en nuestros hogares, lo que ha situado a la vivienda en el centro de nuestras preocupaciones. 

Sin embargo, la situación anómala por la que estamos atravesando no ha hecho sino acelerar una serie de transformaciones que ya se habían empezado a producir de manera gradual. Así, desde hace dos o tres años viene registrándose en nuestro país un ligero aumento del interés por las viviendas unifamiliares, frente a la compraventa de pisos de altura. Pero hoy, el aumento del teletrabajo o la necesidad de espacios abiertos han servido de catalizadores para generar este cambio cultural por mayor aceleración. 

La demanda de vivienda unifamiliar se está produciendo, mayoritariamente, sobre la oferta de vivienda usada. En este sentido, el incremento se está notando sobre un perfil de inmueble concreto: chalets o casas adosadas ubicadas en localidades próximas a las capitales, eso sí, bien comunicadas. En concreto, los clientes ahora demandan que las viviendas unifamiliares dispongan de los oportunos equipamientos y servicios sanitarios y que cuenten además con dotación de red de comunicación digital potente, que facilite el teletrabajo desde casa. 

Lo más deseable por parte de los clientes es vivir en una vivienda unifamiliar, preferentemente con una pequeña parcela cerca de un núcleo urbano que ofrezca los servicios que ellos demandan. Este tipo de vivienda permite vivir en municipios con menor densidad de población, acceder a espacios al aire libre, pero a la vez estar cerca de los servicios a los que estamos acostumbrados. 

Las compraventas de viviendas unifamiliares que se realizan actualmente en el país, se concentran en dos puntos concretos de nuestra geografía: el eje cafetero y la zona del caribe. Este comportamiento no debe sorprender a nadie, pues se trata de áreas en las que el producto que existe es numeroso. Al respecto, en la última parte del año 2020 la mayor parte de agentes inmobiliarios me comentan que en estas zonas han duplicado las ventas de este tipo de inmueble en comparación con las operaciones que cerraban antes de la pandemia. 

En relación con el tipo de cliente que se interesa por la vivienda unifamiliar, los especialistas del sector tienen claro que se trata de una demanda heterogénea, aunque está condicionada por la relación calidad-precio. Si bien todos tenemos el deseo de contar con una vivienda independiente y ajardinada es necesario relacionar la demanda de este tipo de inmuebles con su precio y la capacidad de esfuerzo del comprador. 

Por otros motivos, se excluye de este tipo de operaciones a los jóvenes y a los compradores más mayores. Así, argumenta que no es habitual que los jóvenes se interesen por la vivienda unifamiliar, pues se trata de un colectivo que sigue prefiriendo el entorno urbano, el ocio y las relaciones sociales. De igual modo, se descarta a las personas de edad más avanzada, quienes buscan la seguridad de encontrarse cerca de los servicios sanitarios. 

 

El interés por las viviendas unifamiliares se va a mantener en el tiempo porque ofrece una mayor calidad de vida, pero no supondrá un boom de este tipo de inmueble residencial. 

De cara al futuro, la opinión general del sector es que el interés por la vivienda unifamiliar se va a mantener. No obstante, este comportamiento no supondrá un cambio radical en el mercado. Ello se debe, a que la mayor demanda de vivienda unifamiliar tuvo lugar inmediatamente tras el primer estado de alarma y confinamiento, y respondía a una situación muy concreta. 

La situación a la que nos hemos enfrentado nos ha obligado a mirar desde otro ángulo y a valorar la calidad de vida que ofrecen estos inmuebles. Los nuevos proyectos de vivienda, deberán afrontar cambios legales para hacer frente a este giro de la demanda, cuya fuerza condicionará el aumento de la oferta. 

Desde mediados del siglo pasado, el urbanismo ha optado por la promoción de desarrollos urbanos en los que la ciudad en altura ha predominado sobre la ciudad en horizontal. En este sentido, Traver Lafuente indica que en el actual momento histórico en que nos encontramos es “imprescindible” acometer cambios legales “que acompañen a los cambios sociales y culturales que se están produciendo”. Solo así, recuerda, será posible que las normas urbanísticas “resulten de utilidad a la hora de construir el entorno urbano que queremos”. 

Al final, tendrá que ser la fuerza de la demanda la que determine que la administración oiga las nuevas necesidades y cubra con nuevas infraestructuras y dotaciones este mercado que surge. 


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