Soberanía energética en Colombia: desafíos y oportunidades

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Soberanía energética en Colombia: desafíos y oportunidades

Soberanía energética en Colombia: desafíos y oportunidades

Aunque Colombia posee reservas nacionales considerables a corto plazo, informes advierten sobre un futuro incierto sin medidas estratégicas. Diversificar la matriz energética y fortalecer la infraestructura nacional son clave para garantizar la estabilidad a largo plazo.

Bogotá, julio de 2024. En el contexto actual de incertidumbre global en materia energética, Colombia se encuentra ante el desafío de mantener su autonomía y seguridad en el suministro de energía. Según el informe reciente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), a diciembre de 2023, el país cuenta con reservas de petróleo para aproximadamente 7.1 años y de gas natural para unos 6.1 años. Estas cifras muestran que Colombia sigue siendo autosuficiente en el corto plazo, aunque proyecta un futuro con desabastecimiento si no se implementan medidas adecuadas.

Álvaro Josué Yáñez, Socio de CMS Rodríguez-Azuero, destacó que, si bien Colombia no depende actualmente de fuentes externas para cubrir su demanda energética primaria, existen importaciones estratégicas. Entre ellas se incluye la importación de petróleo de mejor calidad para el refinamiento local, así como la adquisición de gas natural para asegurar la generación eléctrica durante períodos de sequía, momentos críticos en los que la producción nacional no cubre la demanda interna.

Las fluctuaciones en los precios internacionales de la energía impactan directamente en la economía nacional y en la seguridad energética del país. El aumento de estos precios se traduce en mayores costos para los usuarios finales de servicios como el gas natural y los combustibles, incentivando la búsqueda de alternativas menos costosas y creando una mayor dependencia de fuentes externas si no se gestiona adecuadamente.

Para reducir esta vulnerabilidad y fortalecer la soberanía energética a largo plazo, Colombia está implementando políticas orientadas a diversificar su matriz energética. Mónica Torres, Counsel de CMS Rodríguez-Azuero, subrayó que las iniciativas recientes han promovido fuentes renovables como la solar, eólica e hidrógeno; sin embargo, el mercado renovable aún enfrenta desafíos significativos después de una década desde la promulgación de la Ley 1715, que buscaba diversificar la matriz eléctrica del país.

Las estrategias futuras deberían enfocarse en mejorar la cobertura y confiabilidad de la infraestructura energética nacional. Esto incluye el fortalecimiento de la industria local para garantizar el abastecimiento confiable de recursos hidrocarburíferos mediante la promoción de la producción local y la inversión en infraestructuras adecuadas para la importación y potencial exportación de gas natural, una medida que podría asegurar la estabilidad energética a largo plazo.

Sin duda, Colombia se encuentra en un punto crucial para consolidar su soberanía energética mediante políticas integrales y sostenibles. Con desafíos por delante pero también con oportunidades claras, el país se encamina hacia un futuro donde la diversificación y la seguridad en el suministro energético son pilares fundamentales para su desarrollo económico y social.

 


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