Transporte vehicular de carga y eficiencia energética
Transporte vehicular de carga y eficiencia energética
Hemberth Suárez Lozano
Abogado y socio de OGE Legal Services
Anualmente un camión de carga pesada emite aproximadamente 180 toneladas de CO2, lo cual implica unos retos frente a la transición energética. A continuación, presentamos algunos de los retos que tienen las empresas propietarias de estos vehículos.
Optimización de la logística: Este punto requiere integración operativa y tecnológica de generadores de carga, puntos de transferencia y de puntos de entrega; mejora de conocimientos de transportes y logística de generadores de carga y clientes finales; investigación coordinada del estado, universidades, gremios generadores de carga, y empresas de transporte. En conclusión, que el transporte tenga la capacidad de integrarse operativamente y tecnológicamente.
Excelencia operacional en el transporte: En este punto se requiere reducción de costos; mejor rentabilidad y disminución de los impactos ambientales. Lo anterior en búsqueda de consumir menos combustible por kilómetro rodado.
Configuración de Flota: Aquí básicamente se debe dar la incorporación de tecnologías innovadora y eficientes.
Gestión de Flota: Este punto requiere selección, implementación y explotación de sistemas tecnológicos eficientes en operaciones de transporte. Aquí es vital una adecuada gestión de mantenimiento.
Conducción eficiente: Lo cual requiere capacitación continua de conductores dado que el recurso humano es invaluable; sistemas y tecnologías de control y seguimiento. Así como, fidelización e incentivos a conductores en función de eficiencia y seguridad.
Por otro lado, la nueva ley de transición energética, la 2099 de 2021, apalancó el transporte terrestre automotor de carga y público de pasajeros dedicados a gas combustible. Esto sin duda aumentará la demanda de gas combustible al impulsar el reemplazo paulatino de la flota de transporte hoy altamente contaminante a una flota de bajas emisiones en el marco de una estrategia de movilidad.
Pero, además, la adquisición de vehículos dedicados a gas combustible trae oculto un beneficio y es que se hace merecedor de incentivos tributarios como, por ejemplo, exención del pago del impuesto al valor agregado, IVA. Y hasta ahí no llegan los beneficios, en la nueva ley se indica que, como medida transitoria, para reducir la dependencia de combustibles líquidos fósiles, se promoverá el uso de vehículos dedicados a gas combustible en automotores de transporte terrestre de pasajeros y de carga. Para ello, el Gobierno nacional deberá definir programas y crear incentivos adicionales que permitan fortalecer los programas de modernización del parque automotor que lidera el Ministerio de Transporte.
Para finalizar, se destaca que el gas natural y el gas licuado de petróleo al ser combustibles limpios permiten concretar medidas para mitigar las emisiones contaminantes y a la par son eficientes y efectivos por sus costos y nivel calorífico, dándoles la misma fuerza a un vehículo como si utilizara combustibles líquidos.
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